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martes, 21 de julio de 2020

017.- Crónica de un fracaso anunciado

Como no se han puesto en marcha suficientes medidas para asegurar el distanciamiento entre los propios alumnos, ni tampoco entre estos y sus profesores, puedo asegurar que el comienzo del curso será como una bomba para el tema de los rebrotes o de la segunda oleada, como quieran llamarlo.

Las administraciones educativas no han contemplado, ni de lejos, las siguientes medidas temporales  (hasta que haya tratamiento o vacuna eficaz disponible) ante una crisis como esta:

-Desdobles eficaces de grupos para disminución de la ratio.
-Desdobles del horario del profesorado para que atiendan a pequeños grupos en distintos momentos de la jornada.
-Desdobles y/o adaptaciones en los horarios del Personal de Administración y Servicios
-Aumento de horas del profesorado hasta las 21 lectivas, eliminando o minimizando las dedicadas a tareas no prioritarias, con el objeto de minimizar el gasto en sustituciones y nuevas contrataciones.
-Suspensión de actividades no prioritarias para el alumnado en los programas escolares.
-Suspensión de actividades no prioritarias para el profesorado (formación, proyectos, intercambios...) con el objeto de concentrar las acciones en la enseñanza.
-Realizar encuestas o recabar información en las familias acerca de la posibilidad de que determinados alumnos puedan ser atendidos por la tarde en Primaria y Secundaria.
-Pasar automáticamente a la jornada de tarde a las enseñanzas post-obligatorias (Bachilleratos y Formación Profesional -con la salvedad de aquella Formación Profesional que por sus características haga este traslado imposible-).
-Reclutar espacios sociales físicos como aulas temporales, contando con colegios e institutos, Ayuntamientos, Diputaciones, Asociaciones, otros Ministerios o Consejerías y Empresas colaboradoras.

Por tanto, estimo que a principios de octubre se volverán a cerrar los colegios y los institutos, y se volverá a practicar la enseñanza telemática. Se volverá a contar con los materiales privados del profesorado para ser puestos a disposición pública (Internet, ordenadores, tablets, teléfonos, electricidad...), con el insultante agravante de no haberles dados ni las más mínimas gracias por la labor realizada desde marzo (no lo hizo el Presidente del Gobierno ni lo ha hecho la Ministra de Educación; lo que hayan hecho los distintos presidentes autonómicos y consejeros de Educación es un misterio para mí, pero no me han llegado noticias de un reconocimiento o un simple agradecimiento al profesorado de forma generalizada).

Y la desgana se apoderará del profesorado. Sí. Habida cuenta de su escaso reconocimiento oficial y de las actitudes políticas ante tanto aprobado Covid y ante tanta consideración hacia las reclamaciones de alumnado aprovechado que no dio ni golpe durante durante el confinamiento o que se limitó a copiar (riéndose así de su profesorado y de los compañeros que sí estudiaron), estimo que gran parte del profesorado se limitará a ejercer de funcionario, como Pilatos. Ni más ni menos. Ya lo veremos. Aunque, por otro lado, a lo mejor es eso lo que quieren los políticos. Que no se esfuercen demasiado y que rellenen muchos informes, para cansarlos y conducirlos al agotamiento mental y a la rendición. De esta forma, cada uno de ellos llegará, por fin, a reconocer que "Amaba al Gran Hermano". La cita es para profesores, claro. No espero que los políticos la entiendan.